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sábado, 7 de marzo de 2009

La pesca hace evolucionar a los peces

La dieta del hombre se basa en los peces de un mayor tamaño y la pesca de estos está provocando que varias especies comiencen a presentar un crecimiento menor.

Un equipo de investigadores de la Stony Brook University (Estados Unidos) ha descubierto que la captura intensiva de los peces más grandes a lo largo de varias décadas, mientras que se dejan libres a los ejemplares más pequeños, puede haber reprogramado genéticamente algunas especies; esto según un artículo publicado en la revista ?Proceedings of the Royal Society B'.

Esa rápida evolución, calificada de "indeseable" por los científicos, hace que los cuerpos de los peces crezcan menos.

Aunque el objetivo de la evolución es que las especies se adapten para prosperar mejor en su medio, este cambio no natural (forzado por el hombre) está haciendo que los peces reduzcan su tamaño, su fertilidad y se encuentren en desventaja competitiva.

El tamaño importa

Cuanto más grande y viejo es un pez, mayor es su descendencia: puede llegar a liberar 10 veces más huevos que otro ejemplar más pequeño de la misma especie.

Los científicos explican que no existen normas que regulen el tamaño máximo de los ejemplares que se pueden pescar, mientras que sí se han establecido límites en la pesca de peces pequeños.

El equipo investigador indica que es necesario y urgente proteger a los grandes peces y establecer una política de pesca que tenga en cuenta el equilibrio y el futuro de los ecosistemas marinos.

La buena noticia es que las especies pueden recuperar su tamaño originario si la pesca reduce su intensidad y deja en libertad a los ejemplares mayores. Pero advierten de que ese proceso es lento.

"Aunque es muy alentador que los efectos negativos de la pesca selectiva por tamaño puedan ser reversibles, la longitud del periodo de recuperación da que pensar", afirma la investigadora Ellen Pikitch.

La inversión de los cambios detectados en las especies ocurre a una velocidad mucho más lenta que los cambios causados por la pesca.

Siguiendo peces

Para llegar a esas conclusiones, los científicos trabajaron con seis poblaciones salvajes de la especie "menidia menidia", común en la costa atlántica de Estados Unidos.

A lo largo de cinco generaciones (cada generación abarca el periodo de un año), pescaron los ejemplares más grandes, lo que causó que el tamaño del cuerpo de los peces decreciera rápidamente.

Después se dejó de pescar para permitir que la especie se recuperara gradualmente.

Los investigadores descubrieron que una recuperación total requeriría 12 generaciones completas.

En las especies grandes más capturadas, cuyas generaciones varían de 3 a 7 años, la recuperación se produciría en varias décadas.

El equipo indica que esos cambios evolutivos explicarían, por ejemplo, por qué el bacalao ya no ha vuelto a tener su tamaño y abundancia históricos.

(EFE)